Fantasía, vileza y paz
Si un inescrupuloso pregunta por qué pasó La respuesta directa será anodina e insulsa La importancia quedó a la deriva hace poco Y lo ínfimo de todo es que ni un lavado cerebral es de gran eficacia Cuidarla consistía en una voluntad seria y determinada Nada de insinuaciones ni palabras lascivas debían ser aceptadas Cualquier defensa persona en caso de algún maniático Conocer a quien exhibiera sinceridad y madurez Fue cuestión de cartas espléndidas seductoras para el libido Hubo bastas razones para eludir cualquier discrepancia El mundo entero se colmaba ante maravillosas finuras No había nada que pudiera osar a arruinar su felicidad Como era costumbre, ella creyó ir al sitio usualmente frecuente Aunque sus ojos eran perfectos, un espejismo la cegaba Notó que la ruta habitual desaparecía al horizonte Y al llegar presenció un gran cartel con cinco letras desconocidas para su entendimiento Le costó figurar que hacía en ese lugar donde los espíritus