Pensamientos de un fotógrafo

Si llegase a existir un infierno, ya se encontraba en el Si llegase a existir el limbo, su alma estaría perdida Exactamente eso moraba en su espiritualidad: la divagación de una mente agónica Y la causa principal de tan atroz sentimiento, es que su concepción sobre la felicidad era un cuento para niños La necesidad por buscar algo más, lo introdujo en un mundo saturado de lujuria Un mundo donde los hombres buscaban el placer gratuito, pero bajo un costo inmoral Cansado del mismo tiempo lineal, se escudó detrás de la infidelidad Estudió las indicadas y escogió la que más morbosidad le producía Sediento de juegos oscuros, sacó a relucir su monstruo oculto La esclava de sus deseos, languideció bajo los más retorcidos placeres Ni el Marqués de Sade se hubiese imaginado semejante acto perverso Al finalizar la irreverencia del machismo, la mujer de muchos juró no volver a vender su mísero cuerpo Como tal cual un engreído, salió murmurando vulgaridades e inútilm

¿Qué sería del mundo sin la existencia del séptimo arte? Pues, sencillamente habría otro invento igual o mejor, pero esa hipótesis carece de relevancia. El asunto es que, desde la presentación del primer filme de la historia del cine gracias a los hermanos Lumiére en 1895, la vida como se conocía tuvo un giro de 360 grados, trayendo al mundo un sistema de entretenimiento capaz de cautivar a más de uno con sus técnicas y la manera en como muestra la realidad se es presentada. El cine desde sus inicios, ha tenido una considerable evolución, siendo la tecnología parte fundamental de su constante avance. Una película de hoy en día, independientemente del género al que pertenezca, tendrá mayor receptividad solo por el hecho de que luce bien y tenga buenos efectos especiales, a una de hace más de 50 años cuando las cámaras no ofrecían la misma calidad fílmica que ahora, ni muchos menos unos efectos visuales estrambóticos, esto hablando desde el punto de vista publicitario. Muchas de

Sin aviso la ve de lejos La persigue con sus ojos moribundos Se recrea una historia ficticia Se arrepiente por no habérsele acercado Al día siguiente, la vuelve mirar Esta vez no la pierde de vista Se acerca con pasos cautelosos Y con la mira hacia abajo, le habla con voz pasiva La dama prosiguió con unas palabras tímidas Suspiraba como si hubiese visto a un feroz animal Jugueteaba con el bolígrafo sin saber que decir Amablemente lo miró y sin aliento se quedó Ambos cruzaron miradas estupefactos de su valor Entraron en una burbuja donde el más mínimo error la rompería Sellaron un pacto sin si quiera pestañear Sus sonrisas dieron el paso final La condujo de manos juntadas a la habitación del pánico Algo simple como era de esperarse de un módico establecimiento Se sentaron sobre una funda fría por el engaño de sus nervios Esbozaron irracionalmente las palabras esperando la siguiente etapa Al finalizar la faena, sus ojos fatigados elogiar