La perdición del ser
Cenizas fue la nieve que mi alma
alojó
Una oscuridad abrasadora doblegó
mis emociones
Pletórico de llantos como truenos
emanaban desde adentro
El rincón solitario fue el
albergue de consolación
Nada más grave podía ocurrir
La depresión llega a convertirse en
el punto de efervescencia
La cara hinchada muestra la cruda
realidad de mi ser
Los ojos sumergidos en tinta roja
representan el lado oscuro de la vida
No hay poder humano que permita
la salvación
Sucedido ese punto queda la
tristeza como la única salida
Desahogarse sin escalas hasta
arribar a la sequía
Expulsar hasta el más profundo
rencor asumiendo cualquier costo
Penumbra es el color que la
visión aprecia
Desolado pasa a ser la reputación
mejor acuñada
Desiertico se vuelve el camino
sin esperanzas de aflorar
Atajar cualquier suerte antes que
la maldición prevalezca
El caos toma el papel y establece
un escenario ineludible
Vivir bajo el mandato
catastrófico es la indiscutible elección
Algo se puede rescatar si se
rebusca en la felicidad
Adentrarse en los recuerdos y
pescar cualquier regocijo
El corazón ardid sigiloso me convierte
en la burla de mi conciencia
Atravieso los límites de lo
absurdo y la demencia devora mi cordura
Un remolino de dudas se asienta
violento cuando mi razonamiento languidece
En última decisión, beneplácito
de mis actos, cobarde se torna el valor y me condujo hacia la decadencia del
suicidio.
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