Condenada eternidad

Entre ambos acordaron una tregua de no invadir ese secretismo que no pudieron confesar

Cada uno decidió conservar los pensamientos antes de lanzarlos al aire como balas mortales

Desintegraron lo que quizás era una pizca de esperanza evitando que se convirtiera en un odio ineludible

Dichoso fue aquel romanticismo que los dos juraron cuidar pero no concibieron un plan de contingencia ante una inconsistencia

El arrepentimiento no tardó en relucir cuando sus cuerpos sintieron la desesperación por estar juntos

Desafortunadamente no hubo algún milagro salvador de aquella atrocidad que entre los dos suscitaron

La medida mejor planteada de salir rápido de esa engorrosa situación, era delimitar la vida que los atormentaba

En última instancia se encontraron de boca a boca y saborearon esos labios llenos de culpabilidad y melancolía

Al momento oportuno de finalizar una historia nostálgica con un golpe mortífero, se agarraron de manos y saltaron hacia lo que los llevaría a una condenada eternidad.