Mañana acogedora
Y
dar fin a una conversación arraigada de placer y excitación, para dormir
placenteramente junto con la oscuridad...
Amanece
y la mañana es azotada por un clima helado, en espera que las nubes grisientas
den paso al que el sol suba la calefacción
Livio,
luego de saludar a su retrete, revisa el celular a ver qué hay de bueno y saludar
a su querida Peca
Intercambian
comentarios picosos y agradables tras una noche de parlamentar sensualidad y un
toque de exploración individual
Sin
aviso, Livio recibe un mensaje de parte de Peca: “he quedado sola pero si
vienes nos haremos buena compañía”
Ni
una hora pasó cuando Livio despegó hacia casa de Peca en espera a un mañanero
improvisado
Al
cruzar el umbral del hogar de Peca, cayó en cuenta que ese momento definiría la
verdadera relación que juntos construían
No
hubo necesidad de un tour por las instalaciones para que un beso ardiente fuese
la introducción de una sesión desinhibida
Con
los harapos aún puestos, se tocaban sin permiso y por primera vez, traspasaban
las restringidas zonas que ahora serían liberadas
Corrieron
desesperados a la acogedora habitación secundaria, se desprendieron de sus
prendas y se desplomaron en la cama
Livio
prosiguió sin contemplación a aperturar las piernas de Peca para saciarse de
los fluidos embriagadores que constantemente producía
Los
lamidos en el punto exacto hacían que Peca emitiera gemidos abrasadores que
alargaban la dureza de Livio
Tras
tres orgasmos causados por la sesión de lenguaje bucal, Peca se movió exasperada
a engullir en su boca la energizada extremidad que Livio guardaba
La
introducción ya fue dictada por la extraordinaria sesión de sexo oral, por lo
que el desarrollo del mañanero sería redactado gracias la compenetración que se
llevaría a cabo
La
copulación se construía a partir de las posiciones básicas y efectivas, y en
ocasiones surgían posiciones excéntricas y morbosas
Peca
quedó asombrada de la poderosa excitación de Livio, llevándola a lo que ella
conceptualizó como “estoy en el cielo”
Livio
no creía que su mañana estaría envuelta por la suculenta sensibilidad de Peca y
el fluido excesivo que con agrado probaba
El
rumbo de la mutua acogida daría su primer receso luego que Livio desahogó la
esencia que Peca requería en su cuerpo
Ambos
reposando en sábanas húmedas, se abrazaban entrelazando las piernas y
compartiendo besos dichosos
Cercana
a su oído ella le susurró: “que rica tu dotación, no la esperaba”, a lo que él
respondió: “que ricos tus movimientos. Me enamoré de tu cuerpo”
15
minutos exactos para retomar el rumbo generoso y llevarlo a un camino más
salvaje
Esta
vez, Peca tomaría las riendas del ritual y se posicionó de manera que Livio la
viera desde abajo y poder estrujar sus senos para aumentar el deseo
Las
bárbaras subidas y bajadas de Peca elevaban las fuertes respiraciones que ambos
emitían
Frente
con frente fusionaban el exquisito sudor que los sumergía en la vasta
creatividad impura
Proponían
nuevas técnicas que darían cabida a inexploradas sensaciones que enaltecerían la
jocosa atracción
El
tiempo que solicitaban no bastaría, por lo cual decidieron detener la travesía
y juntos librar todo el éxtasis acumulado
Tomando
el papel de voyeristas, contemplaban fijamente como las manos eran una
herramienta esencial para la estocada perfecta
Un
alarido en conjunto significó la terminación de un primer encuentro que abría
paso a los miles que se avecinan
Los dos reventados,
permanecieron con las caras en paralelo, sin ninguna reacción muscular al mismo
tiempo dijeron: “qué mañana tan acogedora”.
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