Trágicamente desconocidos

Dos humanos de géneros opuestos envueltos en la desdicha de un tenso acontecimiento

Los dos acompañados de una masa inquieta, desesperada y sumergida en el miedo

El tiempo parecía más rápido afuera a pesar que las manecillas del reloj recorrían su circunferencia con lentitud

Gritos por doquier, llantos resonaban, alaridos de auxilio emergían sin cesar y rezos improvisados sostenían la fe

Él y Ella sentados en la misma hilera, aferrados a sus asientos de pronto se vieron y el espacio-tiempo por un momento fue invariante

No existía Ella hasta que Él recordó haberla visto de espalda en la sala de embarque

No existía Él hasta que Ella recordó haberlo visto acomodando su maleta de mano tapándole la cara

No existía Ella hasta que Él recordó escucharla pedir un agua y una almohada para el largo trayecto

No existía Él hasta que Ella recordó escucharlo solicitar algo para masticar mientras leía un amarillento libro

Una voz comenzó a dar instrucciones al público de cómo prepararse a la hora de la tragedia mayor

Las ayudantes corrían por los pasillos en la incesante e improbable búsqueda de la tranquilidad

Niños interrogando a sus padres que por qué sus ojos estaban rojizos y aguados

Él y Ella se acercaron, sujetaron sus manos firmemente y al mismo tiempo dijeron cuatro palabras: “ojalá te hubiese conocido”

Luces destellan intermitentes, explosiones de los lados estremecen y el caos penetra sin misericordia

Un calor inminente se hace sentir rodeando la multitud, convirtiéndose en llamaradas abrasadoras

Docenas saltan de las butacas huyendo del peligro y otros son consumidos por el terror de la naturaleza

El genocidio se afianza a paso firme, la última etapa era caer a lo ineludible y los dos des-conocidos de manera unánime deciden permanecer fusionados conmemorando una frase por excelencia: “juntos hasta que la muerte nos separe”.

Quizá no debió suceder o tal vez la historia estaba prescrita

Quizás el motivo de vivir no fue el preciso o tal vez la vida ya era suficiente

Probablemente la dicha de un amor no era el objetivo o es posible que ya existiera

Era seguro que el escenario expuesto no se reversaría al menos que no se hubiesen conocido.